La barredora es una máquina simple y no requiere un mantenimiento continuo.

Como todas las máquinas para la limpieza, requiere una manutención mínima después del uso como: vaciar el contenedor de residuos, hacer la limpieza del filtro o mantener un control visual de los cepillos.

En las versiones motorizadas hay que seguir las instrucciones del fabricante (aceite, filtro, etc.), las cuales se han reducido al mínimo.

Es aconsejable un control técnico autorizado al menos una vez al año o después de 250 horas de funcionamiento.

De todas formas, es importante no trabajar, ni recoger, en ambientes en los que haya cuerdas, cordeles, flejes o embalajes de nylon de dimensiones que puedan enredarse en el cepillo central y detenerlo progresivamente.

Sí, si se trata de una superficie húmeda o con limitadas manchas de agua. Está claro que en estas condiciones no existe el problema del polvo, por lo que se trabaja sin aspiración. Además, esto permite preservar el filtro de la acción de la humedad que dañaría la superficie y causaría la sucesiva imposibilidad de limpiarlo, provocando su sustitución.

A excepción de las máquinas nacidas expresamente para ser usadas en las carreteras (llamadas en general barredoras viales), en las que la acción de recogida es de tipo aspirante o combinado (aspirante y mecánico con eliminación del polvo con agua), para las máquinas industriales destinadas a ser empleadas en espacios privados, la recogida de los residuos se realiza por acción mecánica con aspiración solo del polvo levantado en la zona del cepillo central y filtración en seco del polvo. Está claro que la acción de limpieza es por ello diferente en la zona central en la que se elimina el polvo, que en la de los cepillos laterales, en la que vuelve a caer en la superficie.

Por tanto, el cepillo lateral derecho no sirve para aumentar las prestaciones horarias de la máquina, sino para poder eliminar la suciedad principalmente a lo largo de las paredes y en las aceras donde el cepillo central nunca podría llegar.

Por tanto, es evidente que los casos de necesidad efectiva del segundo cepillo lateral (instalado en el lado izquierdo de la máquina) son efectivamente limitados y muchas veces su adopción responde más a motivos comerciales que a una utilidad real.

Tomar en cuenta las consideraciones ya hechas para las modalidades de carga.

En modelos pequeños, por motivos de costes y debido a las pequeñas cantidades de recogida, se utiliza un tanque porta residuos con una descarga de tipo manual. En cambio, para los modelos más grandes la descarga debe ser hidráulica y a una cierta altura (la cual corresponde generalmente a aproximadamente 1.4/1.8 m del suelo) para poder descargar en los contenedores adecuados.

Para el modelo intermedio CS800 está disponible, en cambio, tanto la versión con descarga manual como la de altura con gatos eléctricos.

La elección queda al usuario en función de sus necesidades.

Las barredoras están dotadas de una caja de recogida de residuos. La cual puede colocarse en la parte delantera o trasera.

Ambos sistemas de carga presentan ventajas y desventajas. Comac adopta la carga trasera en los modelos más pequeños, privilegiando las consideraciones sobre la recogida y la carga de residuos de limitadas dimensiones y peso.

En cambio, en los modelos más grandes, la carga delantera permite recoger residuos más voluminosos y pesados para los que estos modelos son más adecuados.

Destaca el aspecto funcional de los diferentes modelos sin querer perjudicar los demás aspectos como la visibilidad, accesibilidad, comodidad, volumen efectivo del contenedor, así como los tipos de filtros.

Se puede recoger todo, excepto cuerdas, cordeles, cintas metálicas o de plástico que se enrollen en el cepillo central y que puedan dañarlo.

En todo caso, la suciedad recogida no debe ser adherente al suelo, y las dimensiones de cada uno de los elementos no deben superar las previstas para su paso hacia la caja de recogida, por lo que máquinas grandes pueden recoger residuos más voluminosos y pesados que las pequeñas.

Responden a exigencias diferentes. El motor de explosión (con alimentación de gasolina o diesel) es adecuado para usos en exteriores, mientras que la versión de batería, además de trabajar en exteriores, seguramente es más adecuada para trabajar en interiores.

Los modelos de última generación de Comac han sido diseñados para asegurar, incluso en las versiones de batería, tiempos de empleo comparables a los que pueden obtenerse con los motores de explosión. Por tanto, se pueden emplear estas versiones también para grandes superficies internas sin necesidad de recurrir a soluciones intermedias.

El uso de las barredoras es extremadamente simple, tanto si se trata de una barredora que prevé un operador que la conduzca, como si éste se encuentra a bordo.

Obviamente, a mayores dimensiones corresponden mandos más articulados, en cualquier caso, son máquinas simples e intuitivas y el tiempo necesario para aprender su manejo es muy breve.